El embudo de ventas tradicional ha sido la base del marketing durante décadas, pero en la era digital y con consumidores cada vez más informados, este modelo está quedando obsoleto. Ya no se trata solo de atraer clientes, convertirlos y cerrar ventas, sino de construir relaciones duraderas y fomentar la lealtad a largo plazo.
¿Por qué el embudo de ventas está muriendo?
- El viaje del cliente ya no es lineal: Con la omnicanalidad, los clientes investigan, comparan y toman decisiones en distintos momentos y plataformas.
- Más competencia y opciones: Los consumidores tienen acceso a más información y alternativas, lo que hace que su decisión de compra sea más compleja.
- El valor de la retención supera la adquisición: Es más rentable fidelizar a un cliente existente que conseguir uno nuevo.